Buscando la manera más barata para regresar a Estados Unidos, terminé pasando 3 horas en Buenos Aires, 2 semanas en Curitiba, 5 horas en São Paulo, y 13 horas en Nueva York. Por mayor que sea el aeropuerto internacional John F. Kennedy, quedarse 13 horas allá no es un panorama muy atractivo, por lo tanto, decidí salir a conocer la ciudad. Muchos me preguntaban, "Qué estás haciendo en Nueva York?", y mi respuesta sincera era, "Haciendo hora".
Dejé todo mi equipaje de mano dentro de mi maleta grande, y salí sólo con mi cartera con mis documentos. Después de esa excelente idea, vino una pésima, no cambiarme los zapatos por otros más cómodos para todo lo que caminé.
Dentro del aeropuerto compré la tarjeta del metro y me dieron un mapa. Para salir del aeropuerto tomé el AirTrain, llegué a la estación Jamaica, y desde esa estación tomé la línea E del metro de Nueva York. Mi primera parada fue World Trade Center, después fue la calle 59 Columbus Circle, luego tomé el metro otra vez para ir a Times Square, para finalmente volver al aeropuerto. Todos los recorridos intermedios los hice caminando, y caminé mucho.
En la primera parada pasé cerca del memorial del 11 de septiembre, pero no entré, porque había una fila enorme, y yo no tenía mucho tiempo para esperar. Caminé en dirección al Río Hudson, y desde allá pude ver la estatua de la Libertad al otro lado del río. Me gustó mucho esa parte de la ciudad, porque tiene una infraestructura compatible con la vida deportiva, amplias ciclovías, y espacios para caminar y trotar.
Caminé por las calles cercanas más importantes, y a la hora de almorzar, no queriendo arriesgar, decidí ir por un sabor conocido, y comí en el Mc Donald's.
Tomé la línea A del metro en dirección Uptown, y me bajé en 59 St. Esa es la esquina de las calles West Central Park y South Central Park, y cerca del Columbus Circle. La mayor parte de las calles tienen números, y el Central Park es mucho mayor de lo que yo imaginaba, va desde la calle 59 hasta la 110. Por supuesto, no recorrí ni la mitad del parque, porque a esa altura ya estaba cansada. Pero por lo que ví, es un parque hermoso y, a diferencia de lo que yo pensaba, parece ser un lugar bastante seguro, porque van muchas familias a pasear allá.
Quería encontrar el templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de Manhattan. Busqué en el mapa de mi celular, y me di cuenta que estaba sólo a algunas cuadras de distancia, en la intersección de West 65th Street, Broadway y Columbus Avenue. Entré solamente al centro de reuniones de la Iglesia que está en el 3er piso del edificio, pero vi también que en el primer piso hay una sala de Historia Familiar y, de hecho, hay un cartelito afuera para invitar a la gente a conocer más sobre sus antepasados.
Caminé más, y vi muchas iglesias antiguas, de diferentes religiones.
Seguí caminando y llegué al Museo de Historia Natural, y me pareció todo muy bien organizado, limpio, y claro de entender, sin embargo, creo que con la gran cantidad de niños que visita el museo, debería haber más muestras interactivas, porque los niños sólo se importaban por ver las osamentas de dinosaurios y algunos animales, sin importarse por leer ni aprender nada.
Finalmente, tomé el metro otra vez en dirección Downtown, y me bajé en Times Square, lejos la parte más nuevayorquina de Nueva York, pero lo disfruté poco, porque sólo podía pensar en mis zapatillas cómodas que estaban dentro de la maleta en alguna parte del aeropuerto.
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