Afortunadamente logré conquistar la mejor parte de Curitiba, me lo llevé, y ahora vive conmigo. Aunque mi esposo Igor ya no esté en Curitiba, la ciudad sigue teniendo numerosos atractivos, y no sé por dónde empezar.
La foto donde aparece un tubo, es la parada del bus. El transporte público de Curitiba es al estilo del Transantiago, pero menos caótico. Las personas pagan su pasaje antes de entrar al tubo y esperan dentro la llegada del bus. Hay paradas y estaciones de conexión, por lo que se puede recorrer gran parte de la ciudad pagando un sólo pasaje.
Las siguientes fotos corresponden a la Ópera de Arame, una especie de teatro, con una arquitectura muy particular, no recomendable para quienes sufren de vértigo o para mujeres con zapatos de taco aguja. Para entrar al teatro se debe cruzar un puente que pasa sobre una laguna que tienes peces, y tortugas. Hay cascadas a ambos lados del puente, y en el primer piso hay una cafetería. La entrada es gratuita, me imagino que siempre que no haya un evento con algún artista famoso. Hasta Pavarotti se presentó allá hace muchos años. Afuera de la Ópera de Alambre, hay locales para comprar recuerdos. Hay un lugar llamado "Leve Curitiba" (lleve Curitiba).
Se eu pudesse levar Curitiba, eu levaria...
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