Hace mucho tiempo que cuando alguien me preguntaba cuál es mi pasatiempo, yo no sabía qué responder. Antes de entrar a la universidad me gustaba salir a trotar, y era bastante constante en eso. Corría con cierta frecuencia y largas distancias, sola o acompañada de amigos. Una vez que me di cuenta que la universidad me costaba más estudio de lo que pensaba, mis actividades se limitaban a la universidad y la iglesia. Raramente leía algo que no fuera parte de mis estudios universitarios o parte de la preparación para enseñar la clase de la escuela dominical o seminario en la iglesia. En el primer año de la universidad participé en el coro de la Corporación Sinfónica de Concepción, durante los otros años, a veces, participaba del coro del Instituto de Religión, de mi estaca, a veces jugaba basketball por mi facultad, pero la verdad es que lo hacía más por tener una distracción y vida social que por amor al arte. Luego de titularme, mi vida dio un gran respiro, y hasta antes de que naciera mi hijo tenía mucho tiempo libre. En ese intervalo, empezó mi intento por aprender a sacar mejores fotos, y a pesar de que tengo mucho que aprender, es algo en lo que encuentro satisfacción, y me divierte.
¿Qué tiene que ver Quail Cove en todo esto? Es un parque donde me encanta sacar fotos. Está frente al templo Mount Timpanogos. Es rodeado de árboles muy bonitos y tiene un anfiteatro. Su belleza es independiente de estación del año y hora del día. A veces, el espacio inmediatamente al frente del anfiteatro está ocupado por algún casamiento al aire libre, pero siempre hay espacio para sacar fotos.
Las primeras fotos fueron tomadas por mi marido, cuando yo tenía 31 semanas de embarazo, al final de enero de este año. Todavía había nieve.
Estas son algunas fotos de mi marido en mayo de este año.
Esta la tomó el disparador automático, con la cámara en un trípode.
Y finalmente estos fueron mis conejillos de Indias. Es la familia de mi prima Viviana que se prestó para que yo practicara con ellos. Demás está decir que tomar fotos de personas bonitas es más fácil.
Estas fotos fueron tomadas hace más o menos un mes (todavía estamos en otoño aquí en el hemisferio norte, a pesar de que hoy nevó). Los árboles en otoño aquí quedan con colores preciosos.
Además de ser un lugar conveniente para sacar fotos, es un lugar silencioso, tranquilo y bello. Para mí es como una extensión de los jardines del templo.