Antes de decidir estudiar odontología, mi plan de vida era ser geóloga. A propósito, estuve matriculada en la carrera de geología de la Universidad de Concepción por 2 días, y me visualicé con ropa Columbia, sombrerito y una herramienta parecida al martillo en el norte Chileno. Debo admitir que esta opción era impulsada más por la ambición al dinero que por el amor al estudio del suelo. Si este plan se hubiese llevado a cabo, mis comentarios acerca del Bryce Canyon serían más educativos y menos sentimentales. En mi situación actual puedo decir que el Bryce Canyon es uno de los lugares más inspiradores y fenomenales que he visitado en mi vida.
El Parque Nacional del Cañón Bryce está en el sur del estado de Utah. La entrada al parque vale 25 dólares por auto, y es válida por 7 días. Desde la próxima semana habrá un bus gratuito dentro del parque, para acercar a los visitantes a los puntos más importantes. Tiene un centro de visitantes, y lugares disponibles para acampar. Dicen que el cielo nocturno visto desde el parque es espectacular, pero como la vida salvaje me asusta más de lo que me simpatiza, yo no acamparía allá. Y yo me lo pierdo.
Como nuestra visita al parque duraría 1 día, nuestro programa se basó en llegar en auto al primer punto del parque, que es el Sunrise Point, el Punto del Amanecer. Caminamos hasta el Sunset Point, Punto del Atardecer, y entramos al camino de las formaciones rocosas. Seguimos ese camino por horas, hasta llegar al Bryce Point, y desde allá volvimos al Sunrise Point. Repito que caminamos por horas, pero lo haría otras veces. El camino es bonito y sorprendente todo el tiempo. Es una bendición para mí haber conocido ese maravilloso lugar.
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